Parejas a la distancia

Puede resultar una aventura interesante mantener un amor a la distancia. Pero no todas las personas están preparadas para construir una relación de pareja en estas circunstancias. Entonces, ¿cómo saber si somos capaces de amar en la ausencia del otro?

¿Yo puedo?

Lo cierto es que todos y cada uno de los seres humanos somos capaces de amar, de planificar, de construir una relación duradera aunque el otro se ausente por algún período, trabaje o viva en otra ciudad que no es la nuestra. Ya sea por un tiempo corto ó por muchos años. O quién sabe para toda la vida. Cada caso es un mundo particular. Depende si conocimos a nuestra pareja en una situación de distanciamiento originario, o luego de un tiempo por necesidades económicas el otro consiguió un buen trabajo lejos del lugar donde vivíamos. Si quien viaja regularmente somos nosotros mismos. Ponerse en el lugar del otro, sea el que se va ó el que se queda es un buen comienzo.

Lo bueno y lo malo de la distancia

Las bondades de estar distanciados es que en el día a día no lidiamos con factores cotidianos que desgastan a cualquier pareja. El fantasma de la convivencia no nos asusta por las noches. Cuando los amantes se reencuentran tienen tanto para contarse, para mostrarse, para sentirse que no queda tiempo para los roces cotidianos. Esto siempre y cuando no haya reproches de lado y lado.

¿Lo malo? echarle en cara todas las malas sensaciones y pensamientos que fuimos acumulando en el tiempo que estuvimos separados y arruinar de antemano un momento que puede ser único para consolidar la pareja antes de la próxima despedida.

Como dijimos cada pareja es un mundo; pero hay un miedo común a todas ellas que se exacerba en estas situaciones. ¿Cuál es sombra principal que nos abruma? ¿Conoció a otra o a otro?

Acudir a psicólogos expertos en terapia de pareja ayudará a analizar nuestra relación de la mano de un profesional neutral, que no juzga y nos permitirá evaluar nuestra relación.

Construir valores propios y comunes a la relación

¿Cómo alejar los fantasmas de la infidelidad? En realidad esos fantasmas no son más que inseguridades propias. Cuando creemos que nuestra pareja nos será infiel por pasar tiempo distanciados, lo que en verdad tememos es que el otro sea capaz de hacer lo que nosotros haríamos. Entonces no tiene sentido darle vueltas a la cabeza y mucho menos pretender un reporte minuto a minuto de lo que está haciendo mi pareja en este momento.

Debemos focalizarnos en nosotros mismos y entender que aunque construyamos una vida de a dos, cada cual es una persona individual y como tal podemos desarrollar actividades y ocupaciones propias e individuales. Tener la cabeza en cosas que nos hacen crecer es apostar también al futuro de la relación. El mayor valor que nos mantendrá a flote? La confianza en el otro. Pero primero en uno.

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