Ghosting

Es una tendencia relativamente nueva en las redes sociales, pero que en realidad ya existía fuera de la virtualidad: desaparecer en una relación amorosa (aunque también puede ser de amistad o familiar), de un día para el otro, sin dar indicios ni explicaciones.

Hoy en día es muy fácil desaparecer en las redes ya que es suficiente con un click para "bloquear" al otro. No se necesita estar cara a cara para decir lo que realmente está sucediendo, por qué se quiere terminar la relación. De ahí que la persona que sufre el ghosting no comprende, intenta darle vueltas al asunto pero queda preguntándose qué es lo que pasó. Queda literalmente bloqueado, sin posibilidad de dar una devolución. Esta forma de rechazo deriva en una profunda angustia, enojo, confusión pero también aparecen la inseguridad y el autorreproche. Deja más preguntas que respuestas... qué hubiese sucedido si las cosas fueran diferentes; si se hubiese actuado de otra forma; qué es lo que al otro le cayó mal; etc.

Si lo vemos desde la otra perspectiva, la de quien desaparece, muchas veces nos encontramos con su falta de herramientas para poner en palabras lo que le despierta (o no) la relación. Hay una imposibilidad para "hacerse cargo" y por ello es que se toma el camino más fácil, como una manera de no tener que poner algo de sí, algo que lo implique. Termina tomando la forma del cobarde o cruel.

Me interesa resaltar una diferencia con el "antiguo ghosting", por ejemplo, cuando no se respondía una llamada o el timbre y la otra persona comenzaba a preocuparse por si algo malo hubiera sucedido. Digamos que se le daba el beneficio de la duda, al menos por un tiempo. Ahora esta preocupación se da muy poco, porque pareciera que se tiene bien en claro cuando uno de los dos desaparece, cuando se da el bloqueo en Whatsapp o en Facebook, lo que da la pauta de que es una práctica que ya está naturalizada: "al amigo de un amigo le pasó..." pero el problema es que no se olvida fácilmente, sino que queda una marca.

La imposibilidad de preguntar qué es lo que sucedió, dar una respuesta o llegar a un común acuerdo para terminar la relación, da por resultado que no se pueda hacer el duelo como es debido. Al quedar inconcluso, puede tener consecuencias en las relaciones venideras, porque muchas veces se suma el miedo a volver a ser rechazado o el querer conformar al otro dejando de lado los intereses propios. Pero también puede pasar que quien fue víctima una vez, pasa a ser victimario quizás sin darse cuenta ni detenerse a pensar que se está repitiendo una situación a la inversa.

Lo cierto es que el ghosting cada vez se da con mayor frecuencia y no hay una receta universal para poder pasar página, sino que es necesario poder hablarlo en análisis para encontrar la mejor manera de afrontar la situación según las particularidades de cada caso.

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