¿Qué es y para qué sirve la terapia familiar?
La terapia familiar es un tipo de terapia psicológica que busca guiar a los miembros de una familia hacia una mejor comunicación y resolución de conflictos. La terapia familiar es establecida y coordinada por un/a psicólogo/a, o trabajador/a social clínico. Es una psicoterapia de corto plazo.La terapia familiar sirve para mejorar las crisis con tu cónyuge, tus hijos o cualquier familiar con quien existan problemas de convivencia. Los problemas pueden ser de tipo íntimo como socio económicos, celos, abuso de sustancias o enfermedades mentales hereditarias que sufren varios miembros.
¿Qué tipos de terapia familiar existen?
Los tipos de terapia familiar que existen son primordialmente tres. Una es la Perspectiva Psicodinámica, otra la Terapia Cognitiva Conductual, y la tercera (probablemente las más usada) es la Terapia Familiar Sistémica.La Perspectiva Psicodinámica ve el síntoma de un paciente como indicativo del fracaso en la resolución de la secuencia de desarrollo de uno o ambos progenitores. La Terapia Cognitiva Conductual busca la resolución directa de un problema concreto presentado por la familia o uno de sus miembros, siendo el objetivo bastante específico.La Terapia Familiar Sistémica es la más frecuente en casos de crisis familiares.
¿Qué es la terapia familiar sistémica?
La terapia familiar sistémica entiende la familia como un sistema, un conjunto de elementos que forman un todo orgánico. El comportamiento y estado de cada miembro de una familia solo puede entenderse relacionado a ella, influyéndose recíprocamente. Si un miembro está mal, el resto de la familia lo estará también.Todo sistema tiende a un estado de equilibrio. Por lo que serán necesarios cambios profundos y duraderos, de otra manera se volverá tarde o temprano al estado original. Si se logra una modificación consistente que se integre en el sistema, ésta podrá ser mantenida en el tiempo.Desde el modelo sistémico no se busca modificar directamente la conducta problemática, sino cambiar las dinámicas familiares y el patrón que provoca esa conducta. La terapia sistémica mejora y potencia las dinámicas familiares positivas, fortalece a cada miembro y a la familia como núcleo.Un aspecto central de la terapia familiar sistémica es el proceso de comunicación, por lo que se trabajan estilos comunicativos incongruentes a nivel analógico o digital, la afectividad y emoción expresadas o la rigidez, la asignación de roles, la estructura clara o difusa de la familia y los límites que pueden permitir o impedir la creación de una identidad propia y autónoma, la negociación en los conflictos o el establecimiento de relaciones de poder entre los miembros de la familia.
¿Cómo saber si necesitás hacer terapia familiar?
Necesitan hacer terapia familiar aquellas personas que atraviesan conflictos permanentes en el seno de la familia, discusiones recurrentes, crisis en la pareja que modifiquen la convivencia con el resto. La terapia familiar puede ser útil en cualquier situación doméstica que genere estrés, dolor, ira y falta de comunicación.Si uno de los miembros padece una enfermedad mental o crónica que rompe con la armonía cotidiana o modifica los tiempos de cada uno generando choques, es bueno que pienses en este tipo de terapia, te ayudará a comprenderse mejor unos a otros y organizarse para contener al familiar que necesita la ayuda de todos.Si aún tenés dudas podés consultar con un/a asistente social, psicólogo/a o terapeuta familiar.
¿Cómo se desarrolla una sesión de terapia familiar?
Una sesión de terapia familiar no implica necesariamente la presencia física de todos los miembros. Puede centrarse en aquellos que son más susceptibles al cambio o que más ganas tienen de superar la crisis. En casos de un miembro adicto, las sesiones individuales se mantendrán paralelamente a la terapia familiar.Algunas técnicas concretas que se emplean son la prescripción de tareas, la desequilibración, es decir la alianza temporal entre miembros específicos para cambiar los límites familiares, la dramatización, la redefinición positiva de los síntomas, la intención paradójica o la instigación.En casos extremos de crisis familiar por problemas de los progenitores o la pareja, el/la terapeuta puede aconsejar la separación física, evaluando restablecer un equilibrio familiar roto e incluso la salud física y mental de todos.
¿Qué tipo de problemas se suelen tratar en terapia familiar?
Los problemas que se tratan en una terapia familiar pueden ser:
- Crisis inesperadas o situacionales. Accidentes, separaciones, divorcios, muerte, adicciones, enfermedades crónicas o mentales.
- Crisis de desarrollo o evolutivas. Etapas del ciclo vital como la adolescencia, la jubilación o la independencia física y económica de los hijos.
Otros problemas comunes son:
- Falta de comunicación
- Conductas inadecuadas o impulsivas
- Dificultades en la adaptación al cambio o a nuevos miembros
- Cambios de domicilio
- Pérdidas de trabajo
- Excesiva rigidez o permisividad a los hijos
- Gestión y realización de las tareas cotidianas
- Conflictos externos de los hijos
- Toma de decisiones en cuestiones importantes
- Faltas de respeto como gritos, insultos, agresiones físicas
¿Cuánto dura una terapia familiar?
Una terapia familiar dura menos tiempo que la psicoterapia individual. Según el caso puede derivar a uno de sus miembros a sesiones personales. La mayoría de las veces estas crisis no se relacionan con casos de gravedad o urgencia, y se desarrollan durante 3 a 6 meses.En casos particulares existen terapias familiares de largo plazo. Se determinan cuando las problemáticas familiares a tratar se han vuelto crónicas y requieren de un apoyo constante y prolongado para consolidar los cambios. El tratamiento presenta distintas fases: terapia de crisis, de apoyo, expresiva.
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