El aquí y ahora

La preocupación excesiva por cuestiones que aún no entendemos nos lleva a ciertos estados de ansiedad. Practiquemos el estar presentes.

9 AGO 2019 · Lectura: min.
El aquí y ahora

Estar presentes, conectarnos con nuestras emociones, miedos y alegrías, descubrir que podemos ser parte de distintas polaridades, buenas y malas, es conectarse con uno mismo.

Cuando logramos esa conexión logramos estar en el aquí y ahora.

Porque el pasado ya no está, el futuro es incierto, solo podemos controlar lo que ocurre en este preciso momento, en cada inspiración y en cada exhalación, dominando nuestra mente de forma tal que ningún pensamiento nos perturba, solo aparece para formar parte de la experiencia cotidiana.

La vida actual lleva a la humanidad a vivir de una manera apresurada, sin tomarnos el momento para examinar, analizar, disfrutar de cada momento, por el contrario, la vida se transforma en puro distrés, y es sabido que este conlleva a grandes trastornos o bien a sufrimientos mentales que afectan en consecuencia al organismo, manifestando síntomas como el trastorno de ansiedad generalizada, ataques de pánico e incluso enfermedades autoinmunes. Quizás nos preguntemos...¿es posible vivir sin distrés? La respuesta es que sí es posible, controlando nuestra mente, estando presentes en cada momento, recurriendo a la respiración en los momentos en que sentimos que estamos por perder el control.

Es lo mismo distrés que estrés, pues bien sabemos que el estrés es parte intrínseca de los organismos, este mecanismo nos ayuda a adaptarnos a situaciones por ejemplo de peligro, el estrés entonces es normal y necesario, pero cuando el estrés prevalece es cuando comienzan los problemas.

¿Qué otros trastornos puede generar el distrés? No solo los mencionados en párrafos anteriores, sino también trastornos de sueño, fatiga que como efecto dominó afectarán al funcionamiento normal de la vida cotidiana, es decir, afectando en todos los aspectos, me refiero a lo biopsicosocial, así la persona no solo tendrá conflictos con su vínculo familiar, sino en su grupo de amigos y en su desempeño laboral.

Hay solución, cuando hacés higiene mental, haciendo terapia, lugar donde ponemos en palabras nuestros síntomas.

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Escrito por

Psicóloga Georgina Escobar

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