Falsa Positividad o Positividad Tóxica: cuidado con quedar entrampados.
¿Qué implica la falsa positividad? ¿Por qué puede ser perjudicial tener este tipo de actitudes para nuestra salud mental? Descubre cómo detectarla y lidiar con ello.
"Tenés que ponerle onda"; "A mal tiempo buena cara"; "las dificultades te hacen más fuerte" son frases que escuchamos y hasta incluso repetimos cotidianamente sin saber el efecto negativo que pueden producir.
¿Qué es la positividad tóxica o falsa positividad?
Se trata de un movimiento que promueve e impulsa la falsa creencia de un estado de alegría, felicidad y optimismo ante cualquier situación que se nos presenta a modo de evitación de las emociones displacenteras, incluso invalidando o minimizando.
La presión constante para mantener una actitud positiva en todo momento puede llevar a una represión de las emociones negativas. Esto puede provocar una falta de procesamiento adecuado de las experiencias emocionales difíciles, lo que resulta en un aumento del estrés, la ansiedad y la depresión. Podría interpretarse estas actitudes como un mecanismos de defensa utilizado para evitar enfrentar el dolor emocional subyacente. Al suprimir las emociones negativas, las personas pueden evitar temporalmente el malestar, pero a largo plazo, esta evitación puede conducir a una acumulación de angustia emocional no resuelta.
Atravesar la angustia y las emociones difíciles es fundamental para alcanzar un equilibrio y bienestar emocional duradero. Al permitirnos sentir y procesar nuestras emociones de manera auténtica, podemos liberarnos de la carga emocional acumulada y encontrar una mayor equilibrio. Esto implica reconocer y aceptar la gama completa de nuestras experiencias emocionales, sin juzgarlas ni reprimirlas. Al enfrentar la angustia y las emociones de manera constructiva, podemos cultivar una mayor resiliencia emocional y disfrutar de una vida más equilibrada y satisfactoria.
¿Cómo se manifiesta la positividad tóxica?
- A través de mecanismos que desmienten, niegan o reprimen emociones displacenteras "No te sientas mal" "mirá el lado bueno"
- Cuando no podemos lograr esta falsa positividad podemos caer en el sentimiento de culpa, de que algo no estamos haciendo bien, que no realizamos suficiente esfuerzo, y ello podría repercutir aún más en cómo nos sentimos.
- Asociar los sentimientos displacenteros a fracaso. En lugar de reconocer estas emociones como respuestas normales a situaciones difíciles o desafiantes, se las percibe erróneamente como indicadores de incompetencia o derrota personal. Esta asociación puede surgir de una cultura que promueve la idea de que solo la felicidad y el éxito son emociones válidas, y que cualquier sentimiento negativo es una señal de debilidad o fracaso.
- Pensar que no tenemos derecho a sentirnos mal o juzgar a otros por estarlo, bajo la premisa "hay cosas peores" "a mi me pasó lo mismo y no me afectó tanto" - es una forma de invalidar los sentimientos y emociones propias o ajenas, no atendiendo a que hay diferentes grados y formas de percepciones de una situación - y que ninguna es mejor o peor que otra, todas son válidas -
¿Qué podemos hacer frente a situaciones conflictivas o displacenteras?
Para frenar este impulso de la falsa positividad, es necesario que frente a sentimientos y emociones displacenteras podamos hacer una pausa, tomarnos un tiempo para reflexionar y pensar que nos está sucediendo, poder expresar libremente y poner en palabras eso que se siente a nivel corporal - como comúnmente se habla de corazones rotos, nudo en la garganta, agujero en el estómago - y comenzar a dialogar y armarse de una narrativa propia que permita expresarlo todo, sin miedo a sentirnos juzgados, invalidados, minimizados o cancelados.
Tener cuidado y tomar con pinzas todos los consejos de autoayuda, si bien en algún momento esas técnicas han ayudado a la persona quien escribió el libro o algunos consumidores, recordemos que lo que le pasa a uno - aunque sea muy semejante a la experiencia personal de un otro - no deja de ser una vivencia personal individual con nuestras propias particularidades y singularidades.
Al poner en palabras nuestras experiencias internas, podemos tomar conciencia de lo que nos sucede y comprenderlo mejor. Esto nos permite reflexionar sobre nuestros pensamientos y sentimientos, identificar patrones de comportamiento y comprender las raíces de nuestras dificultades. A medida que aprendemos a poner en palabras nuestras experiencias internas, desarrollamos una mayor comprensión de quiénes somos, qué queremos y cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Si sientes que tus experiencias emocionales te están sobrepasando y abrumando, no dudes en consultar con un profesional de la salud mental.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos.com.ar no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos.com no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
¿Querés seguir leyendo?
¡Muy fácil! Accedé gratis a todos los contenidos de nuestra plataforma con artículos escritos por profesionales de la psicología.
Al continuar con Google, aceptás nuestras Condiciones de uso y Política de Protección de Datos
Ya tengo una cuenta. Iniciar sesión.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD