Los cambios psicológicos en la tercera edad

Los cambios psicológicos propios de la vejez son influidos por el estado de la salud física, el grado de actividades intelectuales y sociales se desarrollen y ciertas condiciones genéticas. Los procesos o capacidades cognitivas más comunes que se alteran y que están siendo investigados son:

1. Atención

Los procesos atencionales de las personas se dividen en: 

Atención sostenida. Son aquellas tareas que obligan a fijar la atención durante un tiempo prolongado, el ejemplo más común es la lectura, que requiere de una habilidad para mantener una respuesta de comportamiento constante durante la actividad continua. Este tipo de atención implica además una conducta de vigilancia, centrando la atención en un único estímulo por cierto tiempo. A las personas de edad avanzada les cuesta iniciar estas tareas; pero el nivel de acierto se equipara al de personas más jóvenes una vez comenzada la tarea.

Atención dividida.  Se requiere para alternar el foco de nuestra atención entre varias tareas. La cosa se complica para los mayores, dependiendo del número de actividades de que estemos hablando, y de su grado de complejidad. Por ejemplo, si estamos preparando varios platos en la cocina, y a la vez queremos prestar atención al programa de televisión que nos interesa.

Atención selectiva. Permite priorizar ciertas tareas frente a otras menos importantes. Las personas mayores se ven en dificultades cuando deben ignorar una gran cantidad información irrelevante.

2. Memoria

El deterioro de la memoria no tiene que ver directamente con la llegada de la vejez, sino con déficits cognitivos, por lo que no le ocurren a todas las personas mayores. Las terapias conductuales desarrollan estrategias para compensar las pérdidas leves de la memoria. No todas nuestras memorias se ven afectadas por igual:

La memoria sensorial de las personas mayores declina levemente. La memoria pasiva de corto plazo prácticamente no se deteriora, sin embargo se reduce un poco la velocidad de recuperación de información alojada en ella.

La memoria operativa, la que permite realizar trabajos cotidianos sí se ve muy afectada en la vejez, a partir de los 70 años. Esta memoria se relaciona con la atención sostenida que detallamos arriba.

La memoria de largo plazo tampoco se deteriora cuando se trata de materiales de tipo procedimental, como andar en bicicleta o hablar castellano. Sin embargo se afecta en relación a recuerdos episódicos o autobiográficos, manteniéndose menos afectados los recuerdos de la segunda etapa de la vida de la persona.

3. Inteligencia

La inteligencia suele estudiarse comparando a una persona con otras de edades diferentes en un mismo momento, o a ella misma a la largo de años. Además es posible diferenciar entre: 

Inteligencia cristalizada. Es el conocimiento acumulado que aumenta a lo largo de la vida, salvo en casos de trastorno mnésico.

Inteligencia fluida. Es la eficiencia de la transmisión neuronal y otros factores biológicos. Esta inteligencia sí se deteriora fuertemente desde los 70 años. 

4. Creatividad

Es la capacidad que tenemos para generar nuevas ideas y soluciones originales a los problemas por medio de la asociación entre contenidos mentales. Esta capacidad es también conocida como pensamiento lateral, que se diferencia del pensamiento vertical, basado en la lógica.

Las investigaciones -que aún son pocas- en relación a la evolución o deterioro de la creatividad en la vejez, se estima que no solo se mantiene sino que mejora notablemente solo en aquellas personas que la ejercitan.

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