Hija adulta de una madre separada con depresión
Tengo 37 años y desde los 9 me crié con mi madre y hnos menores. Los recuerdos que tengo son de una "niñez y adolescencia gris" que me crean hoy un sentimiento de bronca y ganas de confrontar con mi madre, en muchas ocasiones le digo que recuerdo cómo lloraba sentada en la oscuridad el patio de nuestra casa, que nos estaba diciendo que nuestro padre no se acordaba de traernos nada, que ella no podía más, que ya hicimos tal cosa, etc. En una suerte de lamento y llanto nos retaba por periodos largos donde (hoy entiendo) descargaba su enojo y frustración en nosotros sus hijos, especialmente en mí que soy la mayor de sus 5 hijos.
La situación económica era muy precaria, apenas podía sustentar la comida e ir sorteando el comprarnos ropa y calzados, no salíamos a pasear, ni a comer algo afuera, no viajábamos y los más curioso es que como ella no tenía amigas ni se divertía pretendía que al menos yo no disfrutara de la amistad en la adolescencia, ni las cosas que eran gratuitas me dejaba hacer, como ir a casa de amigas, a pasear por lugares públicos, a pararme en la esquina con las chicas de mi cuadra que también eran compañeras de colegio, etc. Decía que eso era perder el tiempo, que viniera a hacerle compañía a ella, que ayudara a limpiar la casa, que me pusiera a hacer algo productivo. Tuve un enamoramiento a los 16 años que no me permitió vivirlo, no me dejaba salir, todos mis momentos con él fueron a escondidas y finalmente tampoco él pudo valorizarme así que esa relación se terminó. Mis refugios eran las casas felices de amigas, donde había libertad, risas y comida, hielo y yerba para tomar tereré, era feliz riendo con esas personas pero en el fondo algo me preocupaba, sabía que cuando volviera a casa mi madre me iba a reclamar haber tardado tantas horas o a veces no se daba cuenta y solo tenía que entrar a mi desolada casa donde no había alegría ni mucho para comer, le faltaban arreglos y ella siempre estaba ahí solitaria cociendo en su máquina o haciendo algo más.
Pasaron los años y sentí muy poco acompañamiento de ella hacia mis actividades, no iba a las reuniones del colegio, intenté trabajar con el grupo para el viaje de estudio pero tuve que abandonar ese sueño por no tener ni siquiera lo mínimo que debíamos aportar para solventar las comidas que hacíamos para vender, tampoco pude presentarme en la recepción ni siquiera se habló de eso porque era obvio que no había recursos para un vestido no zapatos ni cosas que no tienen mucha importancia como ella las catalogaba. Mi vida fue gris, siento que solo sobreviví. A los 18 años fui a vivir a otro lugar para ir a la facultad y siento que ese fue un gran año de mi vida, vivía con dos amigas universitarias también y el 100% del tiempo en el dpto que compartíamos era risas, mates, amigos, música. Pero eso solo duró un año porque sin pensarlo me metí en una relación complicada, tuve una hija, volví a sentir angustia, abandono, tristeza y mucha soledad. Pasaron los años y esa relación se terminó, ese hombre resultó ser padre ausente como mi padre e intenté con todas mis fuerzas que no se repitiera la historia, algunos detalles logré modificar como el económico, pero siento bronca, enojo, frustración al ser una madre sola por años y también muchas veces reté a mis hijas con palabras fuertes intentando descargar mi frustración. Hoy ya tengo 37 años, de esa relación que mencioné antes tuve dos hijas que ya tienen 12 y 17 años. Visito a mi madre, le cuento las situaciones con mis hijas y los detalles de la vida cotidiana pero siento bronca cuando me aconseja no ser agresiva con ellas, que "no las rete tan largo" (dice) y da un sin fin de consejos muy diferentes a los que ella fue al criarme a mí y lo peor es que cuando le digo que recuerdo tal o cual episodio de mi infancia o adolescencia con ella dice que no fue así, que ella no recuerda haber sido depresiva, que yo siempre fue muy hiriente, que soy la única de sus hijos que le reclama, que todo lo que digo no pasó así, que tengo una enorme habilidad para seguir aferrada al pasado entre otras cosas. Mi pregunta es ¿Cómo puedo canalizar esos reclamos de una infancia y adolescencia gris? Y lo fundamental ¿Cómo no repetir algunos patrones de conducta que tuvo ella?