Tengo 33 años con una hija de 2 añitos y mis padres me controlan
Buenas noches. Soy Mariana, tengo 33 años, bióloga de profesión, mi pareja me lleva 24 años de diferencia y con él tenemos una bebé de 2 añitos. Vivo con mis padres. Pertenezco a una familia donde somos tres hermanos de los cuales soy la mayor. Mis padres económicamente son acomodados. Por ser la mayor de mis hermanos he tenido que afrontar todas las etapas de la relación de mis padres (que en un comienzo no fue muy buena) y el historial económico por el que hemos tenido que pasar. Mis padres se llevan dos años de diferencia y con base en ello me pude dar cuenta de que mi mamá cuando se fue a vivir con él le toco terminarlo de criar y de convertirse en la mujer y empleada del mi papá. El era un tipo borracho que trabaja en vano sin importarle el bienestar de nosotras dos (solo éramos los tres en ese momento). Luego llegó mi hermano; en un punto en que la situación seguía igual y con una amante que hacía la vida imposible. Mi mamá tomó la decisión de cambiar las cosas porque con dos hijos ya la situación era a otro precio. Mi papá tuvo madurar en todos los aspectos y darse cuenta de la realidad en la que estaba. Yo era una niña de 7 añitos y creo que toda esta situación me hacía pensar todos los días que no quería una vida así cuando fuera grande; no quería un esposo borracho y menos que me colocaran amantes. Soñaba siendo una gran profesional independiente, con mi casa, un esposo con el cual fuéramos compatibles en muchos aspectos; no me importaba la edad pero que me amara. Cada que pasaba el tiempo hubo estabilidad económica en mi familia; pero me fui dando cuenta de que entre más dinero llegaba a la casa mis padres se fueron volviendo más arrogantes y sobre todo mi mamá más egocéntrica. Siempre han pensado que el amor y el estar bien es el dinero; aunque ellos no quieran admitirlo. Con esa estabilidad económica surgieron nuevos problemas como la seguridad de todos nosotros (extorsión, secuestros, etc). Tuve una adolescencia algo buena pero hubiera querido que mi mamá hubiera sido mi amiga para que me consolara en mi primer fracaso en el amor. Siempre que nos iba o va a dar un consejo era a modo de regaño y con arrogancia. Fui a la universidad y estando allí nació mi hermana (prácticamente fui su mamá); se supone que en este lugar te enseñan una profesión y algo de independencia; pero solo adquirí profesión porque independencia mi mamá nunca dejó tenerla, era un control absoluto; ni siquiera pude llevar un novio a la casa porque para ellos eso era un pecado, no me tenían allí para eso si no para estudiar y eso que siempre fue buena estudiante. Sin embargo tuve varias relaciones de chicos de mi edad pero nunca me pude hallar con ellos, no era porque no los amara si no que sentía que no eran mi alma gemela lo que mi ser anhelaba. Sentía la necesidad de hablar con alguien que me aconsejara pero ni mi padre y mi madre nunca lo hicieron. Todo lo que mis hermanos y yo hiciéramos en todos los aspectos estaba mal. Solo ellos eran perfectos en sus decisiones. Así que tuve que madurar con mi errores, mis desilusiones sola, llorar sola. Cuando me gradué quise emprender en trabajar en lo que estudié; pero siempre que encontraba un trabajo bueno llegaba la opinión de mis papás, sobre todo la de mi mamá. Nunca mis trabajos fueron suficientes para ellos. Cuando encontré algo serio y de tiempo completo vinieron los problemas con ellos; siempre han creído que si tenemos un trabajo de tiempo completo entonces eso va afectar de que no estemos pendiente de ellos y sus bienes; que somos unos desagradecidos. No entiendo para qué nos dieron una formación profesional si no era eso lo que querían para nosotros. Finalmente accedí a que ellos me colocaran un almacén de ropa con el fin de que no me fuera a trabajar lejos, sin embargo seguí trabajando en mi profesión. En uno de mis trabajos conocí al papá de mi hermosa bebé. El era todo lo que buscaba en un hombre solo que era 24 años mayor. Ya había tenido hogar e hijas; pero la relación con su ex esposa no fue la mejor porque no se entendían en muchos aspectos. Mantuvimos nuestra relación en secreto de mi familia hasta que Dios decidió regalarnos a nuestra bebé. Se supone que una mujer de 30 años en ese entonces, profesional tenía que estar feliz por el angelito que venía en camino. Me sentí aterrada porque lo único que me preocupaba era lo que fueran a pensar mis padres. Mi pareja en cambio me dio todo el ánimo del mundo, estaba feliz y me dio a entender que entre los dos afrontaríamos todo. Cuando ellos se enteraron fue un golpe total...ellos esperaban que por lo menos el papá de mi bebé fuera alguien de mi edad. Un total rechazo contra mi pareja por ser una persona mayor y con hijos. Noté que el control fue mayor. Mi mamá ni siquiera dejó que él estuviera el día que mi hija nació. Llevamos casi tres años difíciles desde mi embarazo hasta el día de hoy. Ahora quieren tomar decisiones sobre mi hija y he tratado de que eso no les pertenezca a ellos, que lo hagan conmigo pero con ella no. A veces llego a punto de desesperación que quisiera gritarles de todo e irme de la casa, pero siento mucho respeto por ellos y no lo hago; y siempre he pensado que el día que deje mi casa sea en muy buenos términos. Mi pareja es una persona tranquila, me aconseja y me dice que ellos son así porque tienen miedo a que me vaya de la casa a pesar del orgullo y arrogancia que ellos tienen. Pero que la única que tiene que tomar decisiones soy yo sea para bien o para mal. Siento que realmente necesito ayuda de alguien ajeno a mi situación. Nunca he podido llevar una vida normal porque siempre tengo que dar explicaciones de mis acciones, guardar un apellido y tener cuidado porque pertenezco a una familia con dinero. Ya no quiero más de esto. Siempre he pensado que el dinero es un mal necesario. Envidio a las personas que tienen poco y son felices. Por favor necesito alguien que me ayude, que me pueda entender y no me juzgue como siempre lo ha hecho mi mamá.