Consejos para convivir con un hipocondríaco
Puede convertirse en un verdadero tormento. Ellos se acostumbran a los cuidados de su familiar y todo el tiempo encuentran una nueva enfermedad que los aqueja.
La hipocondría es agotadora para quien convive con una persona que está buscando permanentemente una enfermedad que no existe, que investiga sus aparentes dolencias en los "consultorios de internet", y se convence de tal manera de que está enferma, que efectivamente experimenta dolencias diariamente.
En este contexto, la mujer o el hombre que debe asumir el cuidado se echa encima de sus hombros todas las responsabilidades del hogar, y más aún cuando hay hijo/as.
El hipocondríaco/a se acostumbra a los cuidados de su pareja y se aprovecha de la situación generando un círculo de enfermedad que puede terminar desequilibrando seriamente la tranquilidad de la familia.
Cuando la pareja de un hipocondríaco/a no logra ver con claridad que puede existir este trastorno, lo natural es que se desviva por cuidar a la persona que se siente enferma, a consentirla y hacer todo lo posible -y más- para su bienestar. Con lo cual también alimenta el círculo vicioso y acaba agotándose porque además de su trabajo y el de los hijos también tiene que encargarse como una enfermera/o de los "caprichos" del enfermo/a.
Sin embargo es importante saber que estos "caprichos" no son tales, porque la persona experimenta un verdadero sufrimiento y dolor. La hipocondría no es un capricho, sino una neurosis, que incluye ansiedad y trastorno depresivo mayor.
Podría resumirse en una imagen muy clara: nuestra pareja está llamando a una ambulancia y lo que realmente está pidiendo es nuestra atención y amor.
La ruta enferma de la hipocondría
Una mirada hipocondríaca del cuerpo puede llevar a problemas de salud físicos reales. La preocupación crónica por la propia salud, o los ataques de pánico por tener síntomas de una enfermedad mortal, puede aumentar la presión sanguínea, acelerar el pulso y la respiración, debilitar la libido y destruir el sistema inmunológico.
Además comienzan a aparecer fobias, obsesiones y enfermedades psicosomáticas, como el síndrome del intestino irritable, dolores de espalda, de cabeza, musculares, e incluso fibromialgia. Los hipocondríaco/as se vuelven adictos a analgésicos y sedantes para calmar sus dolores, y todo este círculo, finalmente contribuye a la pérdida de la salud real.
¿Qué hacer para ayudar a la persona hipocondríaca y salvar además el núcleo familiar?
- Lo primero es reconocer que existe un problema; pero no el que manifiesta el aparente enfermo, sino un trastorno que genera las "enfermedades" permanentes.
Cuando una persona se siente mal y se preocupa por su salud, generalmente acude al médico, es decir, busca curarse para volver a sentirse bien. El hipocondríaco Nunca se siente bien, siempre encuentra un malestar que asegura ser síntoma de una enfermedad grave. Pero no acude a un profesional de la salud. Solo se queja, se preocupa, alarma a su entorno y finalmente se queda en casa carcomiéndose por el peligro que lleva adentro.
- Entonces lo segundo es activarse y llevar a la pareja al médico/a para descartar que efectivamente haya enfermedad física.
Si el médico no encuentra nada sospechoso; pero el malestar persiste, es hora de buscar otro profesional de la salud, como un psicólogo/a, que establezca un posible diagnóstico de hipocondría.
- Hablá con tu pareja. Preguntale cómo le está yendo en el trabajo, o en el resto de sus actividades.
Es probable que las quejas en relación a la salud escondan un clamor más sencillo: "Estás descuidando nuestra pareja, solo te ocupás de los hijos y del trabajo, ocupate de nosotros." Las quejas hipocondríacas suelen acompañarse de un perfeccionismo, o un control forzado sobre el resto y una responsabilidad excesiva.
Quizá el hipocondríaco está atravesando serios problemas laborales y no puede o no sabe manifestarlos. Siente vergüenza de no tener un mejor oficio, o siente que sus jefes o compañeros son mejores que él. Pueden existir cientos de problemas reales de cualquier ámbito que el enfermo esté escondiendo sin saberlo.
Una buen táctica frente al hipocondríaco es demostrarle que vos también podés enfermarte, y tenés derecho a hacerlo. Quizá esto contribuya a que el otro/a deje de utilizar la enfermedad como excusa, al hipocondríaco no le gusta la "hipocondría de los otros", porque nadie puede estar "peor que él".
Ciertamente convivir con un hipocondríaco/a puede enfermar a todo el núcleo familiar. Acompañá a tu pareja, pero estableciendo claramente que el problema emocional debe ser tratado, y que vos no podés asumir toda la carga que supone una familia.
La hipocondría es un trastorno serio y debe tratarse con un profesional mediante una terapia adecuada.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos.com.ar no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos.com no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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Mi pareja es hipocondríaca y, aunque ahora no vivimos juntos si lo hicimos durante siete años y siempre estaba enfermo. Ayer lo operaron de la vesícula de lo que llevaba años quejándose y, en el hospital le han dicho que tiene la tensión alta. Pues ya está mirando por internet y ya ha llegado a la conclusión que le viene de los riñones. Me temo que va a empezar otro calvario interminable tema riñones. Entre tanto yo tengo mis propias cosillas de salud: colesterol alto, un quiste sebáceo en el cuello que me van a operar, y he sufrido varios desmayos de los cuales están mirándome los médicos. Pero para mi pareja, lo mío no es nada. Siempre es lo suyo lo más importante y lo más grave. Yo lo quiero pero a veces me agota su comportamiento. Por otro lado abusa mucho del tabaco y del café pero no le puedo decir nada al respecto porque se enfada muchísimo. Lo hemos dejado (la relación) varias veces por mi parte pero siempre vuelvo con él. Tengo ansiedad y lloro con facilidad. No quiero estar sola pero a veces la convivencia con él es insoportable y me planteo dejarlo nuevamente. Luego lo echo en falta y acabo volviendo.
Mi compañera de trabajo es hipocondriaca y me saturo demasiado cada vez que trabajamos juntas porque siempre se está quejando de que le duele aquí, le duele allá. Ha ido a 1000 especialistas y ellos mismos le dicen que se quede tranquila, que no tiene nada y empieza de nuevo con otra dolencia distinta cada día. No le importa gastar mucha plata en escaners, consultas, exámenes de sangre; ha ido ya a al oftalmólogo, quiropráctico, gastroenterólogo entre otros. Estoy que exploto. Todos tenemos problemas en casa y tal parece ser que le encanta que siempre se esté hablando de ella porque vive quejándose como para que uno se apiade de ella y le tenga compasión. Aburre demasiado y eso que no vivo con ella. Dios y yo sabemos que no tiene nada, que está perfecta de salud; la que no se lo cree es ella. Es muy joven pero según sus relatos tiene la salud de una abuela muy mayor.
Una gran amiga es hipocondriaca. No solo lo es consigo misma sino también con quienes le rodean y presentan ciertas "alertas" de COVID, según lo entiende ella. Ahí empieza mi calvario. Si toso 3 o 4 veces seguidas o duelen las articulaciones, me pregunta cada 10 minutos cómo me siento, si toso menos o más, si estoy menos cansada, etc. Este constante control me acaba con la paciencia y a veces, le respondo de forma cortante. Entonces, adopta la defensa de acusarme de ser borde y no quiere o no puede entender que ella lo desata. Lo peor de todo es que, siendo ella psicóloga, no ha ido nunca a pedir ayuda.
Es imposible convivir con este trastorno. Estoy empezando una medicación y hay que esperar un par de semanas para empezar a notar cambios. Las terapias por supuesto que ayudan, pero no son accesibles a todo el mundo. El mundo se te viene encima.
Es un infierno. Acá la mayoría de los comentarios hablan de achaques o de quejas por dolores, la situación se complica cuando gastan cientos y cientos de dólares en exámenes y estudios médicos que nunca tienen resultados negativos y aún así insisten en tener enfermedades. Asumen que tienen un problema sí, pero en todos lados menos en su cabeza.
Mi marido es hipocondríaco, todos los días encuentra algo que le duele o por lo cual se siente mal. Fue mil veces al médico y el especialista ya no sabe qué más decirle para que entienda que no tiene nada. Cuando regresa a casa se la agarra con todos los integrantes de la familia porque dice que nadie lo ayuda, yo ya no sé qué más hacer o decirle. Nos está volviendo locos a todos y lo peor de todo que después que nos dice todo lo malo que se le viene a la mente se calma y está como si nada y al día siguiente u horas después comienza de nuevo, ayudaaaaa.
Mi marido es hipocondríaco y no se lo dicen y no puedo vivir más esa situación, no ayuda en casa, nunca va al trabajo, se mete en su habitación y no sale para nada ni responde a su bebé de 6 meses, prácticamente estoy sola en todo, no sé qué hacer.
Mi hermana y mamá creo que son hipocondríacas, desde que tengo uso de razón siempre están enfermas de algo, cuando son enfermedades reales las sobredimensionan. Por ejemplo, una gripe que dura de tres a cuatro días normalmente, en ellas pueden durar semanas, se quedan en cama por días. En este momento vivo con ellas, la situación me está desbordando, que estén siempre enfermas, con necesidad de atención, me genera demasiado estrés, porque me recarga de obligaciones, ya que ni las compras hacen. A veces reacciono agresiva con ellas cuando las veo enfermas. Sé que hay un problema y no tengo idea de cómo manejarlo.
Mí hija es hipocondríaca y tiene una bebé de 4 meses, a la que está amamantando. ¿Cómo puedo yo ayudarla? ¿Y el marido qué puede hacer? No sabemos cómo tratarla. Es tan complicado todo. Se está haciendo un círculo vicioso. Al marido se lo ve desbordado. Ella empezó terapia hace poco. Siento que la familia se está viniendo abajo. No sabemos cómo ayudarla o qué hacer. Por favor podrían darnos algunos consejos. Les agradecería mucho.
¿Algún consejo para poder ayudar a alguien hipocondríaco? Actualmente por el tema de Covid mi pareja resultó positivo y desde ese momento parece que volvió a surgir esa hipocondría. Trato de animarlo pero a veces no sé cómo y termina afectándome a mí también. Si alguien tuviera un consejo sobre cómo apoyar o qué actividades recomendar para que realice y se desestrese sería bueno. Otra duda es si para esta enfermedad se recomienda más un psicólogo o psiquiatra. Gracias.
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